Mujer que decidiste ser soltera o casarte, tener hijos o no, trabajar, estudiar, votar y sobre todo LUCHAR.
Hoy no festejamos sino que reivindicamos la pelea diaria de tantas compañeras anónimas que dejan su semilla en diferentes ámbitos, desde la casa hasta en la fábrica, en el campo cosechando hasta frente a los juzgados, en una marcha contra la megaminería hasta en Plaza de mayo por más de treinta años, en la escuela y en las organizaciones, en un taller creando una obra de arte... Juntas hay que romper el modelo de sociedad que nos reserva el silencio, aún hay mucho para hacer.
Hoy cuando lleguen los bombones y las flores, los saludos amorosos, recordemos cómo nació este día, con qué lucha: el de las obreras. Tengamos presente que no es una pelea de sexo contra sexo sino de clase contra clase la que hay que seguir y emprender si no se ha hecho.
Junt@s hay que construir una gran unión de trabajador@s donde tod@s podamos llamarnos compañeros. Las mujeres no nos podremos emancipar de la violencia, el hambre, el abuso, la explotación y las humillaciones si no se acaba con el sistema que oprime y explota a millones. Aún la igualdad ante la ley no es la igualdad ante la vida, es nuestra labor hacer esto una realidad junto a nuestros compañeros, construyendo una sociedad sin opresión ni explotación.
